Gruyère AOP Kaltbach

Cuando abres un queso Gruyère AOP Kaltbach, le envuelve un aroma intenso y afrutado que anuncia el sabor único y complejo de este queso. En boca, presenta un equilibrio armonioso entre dulzor y un ligero sabor, con matices que recuerdan a la avellana y a la mantequilla. Su textura es tierna y firme a la vez, con un crujiente proporcionado por las cristalizaciones de sal que se desprenden con cada bocado, ofreciendo una experiencia gustativa realmente sublime. Las ruedas de Gruyère Kaltbach AOP tienen una corteza dura y pardusca, caracterizada por una superficie rugosa debida al tratamiento con la morgia. La forma es redonda, con un diámetro de 55 a 65 cm y un peso de hasta 40 kg. La pasta es de color amarillo marfil uniforme y generalmente tiene una consistencia fina y húmeda, a veces caracterizada por ojos, cuyo diámetro varía, aunque su presencia no es imprescindible.

El queso Gruyère tiene una larga tradición en la región de Suiza, donde se produce desde hace siglos. Originario del valle del Gruyère, este queso cuenta con la Denominación de Origen Protegida (DOP), que garantiza su autenticidad y calidad. La producción tiene lugar en las bodegas de maduración de Kaltbach, situadas en una hermosa región montañosa, que confiere al queso sus características gustativas especiales gracias al microclima y al aire puro de la montaña.

El Gruyère AOP de Kaltbach se elabora exclusivamente con leche de vacas Holstein y Simmental, que pastan libremente en los verdes prados suizos o son alimentadas con forrajes frescos y nutritivos de los pastos alpinos. Estas vacas producen una leche rica y cremosa, con un contenido de grasa en materia seca de entre el 49% y el 53%, esencial para crear un queso de alta calidad. La leche utilizada no se somete a ninguna filtración que pueda alterar sus propiedades, preservando así sus características nutritivas.